viernes, 31 de diciembre de 2010
GRACIAS POR ESTE 2010 Y MUY FELIZ 2011 PARA TODOS!!!
martes, 28 de diciembre de 2010
¡¡¡ JURO QUE YO NO FUI.!!!
Comenzaron los cortes de luz y de pronto me hallé dentro de La Caja de Pandora, cuya tapa se había cerrado, tal vez por efecto de una pequeña ráfaga de viento.
El calor se hizo aún más insoportable y mi cuerpo fue mutando, como si la lectura de LA METAMORFOSIS, se hubiese encarnado en mi ADN.
Me hallaba sofocada ahí adentro, y poco a poco me fui convirtiendo en una masa gelatinosa que se pegoteaba en cada una de las cosas que allí se encontraban.
Encontré un sobre, en realidad supuse que era el sobre de una carta, ya que no lograba ver nada. Un algo me dijo que me alejara de ella, ya que contenía secretos que era mucho mejor dejar de lado. Sin embargo, por más que con muchísima intensidad quise despegarme, él se encontraba adherido a mi masa corporal, como si alguien lo hubiera pegado con pegamento rápido. Hice distintas contorciones, aún chocándome con los diversos objetos que ahí se encontraban, pero no obtuve un buen resultado.
Casi resignada, me pregunté por qué me había metido dentro de la bendita o maldita Caja: ¿qué necesidad tenía?... en mi impotencia me respondí, que ninguna: que había sido una decisión estúpida ya que por lo menos afuera, tendría el reflejo del sol o el de la luna y si bien no había luz, alguna brisa podría haberme refrescado.
Mi estado corporal era absolutamente pegajoso, por lo que quedaba adherida a cualquier objeto que allí se encontrara y eso en realidad era lo que menos quería: ¡por eso los había guardado allí, bien a resguardo! En una de las contorciones que realicé para tratar de zafarme de ellas, levanté la tapa sin querer. Ahora tenía la posibilidad de salir. Una suave ráfaga de aire alivió mis pulmones y salte, casi como huyendo.
Aún sintiéndome muy pegajosa, me fui a lavar la cara - ya había regresado la luz - y para mi sorpresa en el espejo del baño vi el reflejo de cientos de escritos, cartas, documentos, fotos que se habían quedado pegados en mi.
Me daré una ducha, pensé, con eso se tendrán que desprender Y así lo hice, pero para mi sorpresa, por más que refregara o tratara de arrancarlos, ellos no cedían para nada.
La angustia comenzó a carcomerme, ya que al día siguiente tendría que ir a trabajar y desde ya que no podía ir en ese estado. También pensé en ir a la guardia de un hospital, pero seguro me tomarían por una loca que se pegó todo eso en su cuerpo y terminaría internada en un manicomio. Así que descarté esa idea.
No quedaba mucho por hacer, más que tratar de relajarme y dejar que alguna solución apareciera milagrosamente. Me preparé unos mates y me senté frente a la computadora, para tratar de distraerme jugando a algo. Pero los papeles, anudaron mis brazos, formando entre sí una larga soga entramada.
- Ya está - gritó uno de ellos.
Y ahí los otros fueron tomando forma de manos y no tengo idea de cómo, pero prendieron la compu y abrieron el Word y comenzaron a escribir y a escribir. Cuando uno terminaba le dejaba el turno a otro.
Yo trataba de preguntarles qué estaban haciendo, pero ninguno me respondía, mientras yo sufría el sentirme rehén de ellos.
No puedo determinar exactamente, cuántas horas estuve así, pero, a medida que transcurría el tiempo, aquellos papeles que ya habían escrito lo suyo, dejaban de tener forma de manos y cómo si fueran avioncitos, de esos que uno armaba con hojas de carpeta, salían volando para meterse dentro de la caja nuevamente.
Al cabo de toda la tarde y con ese ritual, repitiéndose una y otra vez, mi cuerpo había logrado retornar a su contextura normal.
Hice doble clic y vi que habían dejado unos cuantos comentarios felicitándome. Me reí muchísimo... porque en realidad.... yo no había escrito nada.
domingo, 26 de diciembre de 2010
EN EL ANONIMATO DE LA NOCHE
viernes, 24 de diciembre de 2010
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS
domingo, 19 de diciembre de 2010
DESIERTO DE CARA AL SOL
lunes, 13 de diciembre de 2010
OSADIA
domingo, 12 de diciembre de 2010
PENSAMIENTOS SUELTOS
sábado, 4 de diciembre de 2010
FRAGMENTO DE CANTO A MI MISMO (Walt Whitman)
En el Aire
¡Calla! Calla el silencio de rojo estrepitoso Calla como calla la estampida en la nube que por marte se pasea Calla a...
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¡Calla! Calla el silencio de rojo estrepitoso Calla como calla la estampida en la nube que por marte se pasea Calla a...
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La Doctora Clarissa Pinkola Estés es una psicoanalista Junguiana internacionalmente reconocida como especialista, poeta, contadora y guardia...
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El niño miró desde abajo y no halló el espejo. Unos ríos rojizos surcaban sus globos oculares y la voz estridente ni siquiera era dirigid...