Hoy, las musas han estado jugando a esconderse y se mezclaron en un gran bolillero. Yo las fui sacando una a una - esperando con ansias completar una línea-, pero pronto me sorprendió un grito lejano que cantaba: "bingo".
GAME OVER
¡Calla! Calla el silencio de rojo estrepitoso Calla como calla la estampida en la nube que por marte se pasea Calla a...
Vaya.
ResponderEliminarHabrá que probar otra vez a ver si hay mejor suerte.
Besos.
A veces el juego termina rápido, pero ya vendrán otros juegos más largos y divertidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Suele suceder, las musas a veces se tornan escurridizas y veleidosas.
ResponderEliminarUn beso.
las musas tienen sus caprichos, no vayas a creer,
ResponderEliminarAprovecha para dejar a las musas plantadas y descansar... casi siempre son ellas las que no pueden resistirlo y vuelven a nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Susana.
poema, juego de azar donde las musas caen en otros labios, pero siempre regresarán a vos, porque tus versos son parte de su juego. Beso Bea
ResponderEliminarQue caprichosas que son a veces estas musas.
ResponderEliminarTe mando un besico enorme y espero que tú,tambien te encuentres bien.
Las musa tienen esas cosas... les gusta jugar...
ResponderEliminarLindo texto te susurraron... ;)
Las musas son traviesas ...pero siempre están en tu hermosa alma solo hay que descansar y volver a jugar a encontrarlas ! mi cariño Beatriz
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