Los besos que el frío
le regaló en aquella esquina perdida.
La dulzura de sus manos inquietas,
la ternura de sus silencios y
el fuego deslizándose como la humedad
de los cuerpos.
La mirada profunda y
el temblor de los labios
tras alientos confundidos...
Vuelo del alma, regocijo de la piel...
Hasta que simplemente...
el espejo la mostró desnuda.
La desnudez es hermosa en todas sus facetas, y si está frente a un espejo es doble la belleza.
ResponderEliminarUn saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa magia del espejo puede transformar calabazas en bellos carruajes. Mientras vuele el alma y la piel se regocije. Besos Beatriz
ResponderEliminarA partir de una edad hay que huir de los espejos.
ResponderEliminarSu sinceridad es temible.
Besos.
Precioso. Sin más.
ResponderEliminarEscribes muy bien Susana.Te lo he dicho en infinidad de ocasiones,ya sea prosa poética o simplemente poesía.
ResponderEliminarComo no podría ser de esta forma el poema que nos dejas es sencillo y muy hermosos.
Un besazo
La vida , querida amiga con sus idas y venidas
ResponderEliminary en la esquina, cuantas veces esperaron callados sin `palabras y después de tanta espera te desnudó el silencio.
precioso, cuando tu escribes, ¡¡inspiras!!
Un beso.
Hermoso poema amiga Beatriz vuelo del alma, donde el amor se encuentra con su otra alma.
ResponderEliminarAbrazos de MA y gracias por tu huella bloguera en mi entrada de haikus. Besos.