En mi espejo...
luz de terracota,
rastro de antigua existencia
en este cuerpo reseco y agrietado.
Tan antiguo como el almizcle
o la embiaguez de tu alcohol
en mis labios incompletos,
en mi espalda,
-anhelante de mil aromas-
en el lejano rocío de las noches.
Y en el espejo..
mis rostros desdibujados...
Si es que alguna vez
fui un rostro...
un nombre...
o un aroma que añorar.
Si es que alguna vez tu noche invadí
con la urgencia de tus ansias...
O tal vez, sólo fui y seré
un viejo óleo resquebrajado
colgado en el living de mi vida.
Qué bueno todo...y lo del viejo oleo resquebrajado en el living de mi vida muy expresivo y atinado para definir cierto estado en el que por supuesto es claro que no te defines a Ti misma.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga
Muchas veces deberíamos ver nuestra imagen en un espejo que se convierte en óleo, para perpetuar ese momento de lucidez o de oscuridad, de dicha o de amargura.
ResponderEliminarUn saludo.
Que duro es el poema.
ResponderEliminarMe parece que todos seremos óleos.
Besos.
Quizas es poema parece al leerlo, duro, triste!
ResponderEliminarPero hay algo que puedo llegar a sentir como esperanzador, hasta los viejos oleos muchas veces podemos restaurar!
Quizas sea un trabajo arduo, pero es cuestion de dar el paso para volver a ver (nos) como una pintura fresca, recien terminada y firmada!
Bello, bello!
Besos y abrazos corazón!
Precioso como todo lo que escribes.
ResponderEliminarUn besico y buen finde
Uff, que duro me ha parecido. Seguro que no queda en simple recuerdo, sino que queda lo importante.
ResponderEliminarMuchos besos amiga.
Un poema duro y a la vez lleno de belleza. todos tenemos un rostro, pero algunos tienen miles...
ResponderEliminarbesos y abrazos Bea!