Entre hojas de otoños,
bañadas de almanaques
caídos en las veredas,
allí estabas, como migaja
de niñez hecha recuerdo...
Bello cantero rodeado de
grandes caracolas marinas..
Y olor a salitre
anidando para siempre en mis rincones.
Rincones, de salitre y espuma
de brazos hechos alas...
o tan sólo simples aletas
para recorrer los mares
de los sueños por venir.
Paraísos de amor y bonanzas
abrigados en los juegos infantiles,
abrigados en la esperanza obligada.
Paraísos con perfume a yodo,
con flores en los canteros
de las humildes casas junto a la playa.
Paraísos de niñez,
habitantes perennes del tiempo
en el rincón del valdecito y la palita,
Paraísos de niñez
en vuelo de alguna bella cometa
decorada de arena y sol.
Entre hojas de otoños
me sorprendió aquél simple cantero
de flores y caracolas,
de magias y sueños;
de tiernas sonrisas
esbozadas al influjo de tus perfumes,
guardado tras el almanaque de mis años.
Esos maravillosos recuerdos de la infancia!
ResponderEliminarTodavia y aún en otoño podemos disfrutar de esos canteros llenos de flores, que a pesar del frío sobreviven como esos niños que llevamos dentro.
Besos y abrazos Beatriz!
Nosotros ahora con un calor que pela nos refrescams con estas palabras tan hermosas.
ResponderEliminarUn saludo.
Que bonitos recuerdos atesoras.
ResponderEliminarY que bien los escribes para compartirlos.
Gracias.
Besos.
Hermosos recuerdos y gracias por compartirlos con todos nosotros.
ResponderEliminarUn besico
Con tu bello poema me haces volver la mirada
ResponderEliminaratras y recordar el pasado, un placer leerte.
feliz semana.
Que gran responsabilidad la de los adultos concerniente a la protección- amor a los hijos y a cualquier niño... ¡Caramba! que en la fase de la niñez el factor memoria es la visión que nos quedará para el resto de nuestras vidas...
ResponderEliminarAmar en la tierna infancia y en la última(abueliños) es concluir con armonía los sentimientos de la vida.
Amar siempre, es la mejor forma de relajar los músculos del corazón y lubricar las neuronas.
Besiños,
Rosa María
"Entre hojas de otoños,
ResponderEliminarbañadas de almanaques
caídos en las veredas,
allí estabas, como migaja
de niñez hecha recuerdo...
Bello cantero rodeado de
grandes caracolas marinas..
Y olor a salitre
anidando para siempre en mis rincones."
Estos versos con la música de fondo me abrigaron el corazón esta mañana...
El paraíso de la infancia, hermoso rescate emotivo...
Besos.
Hermosísimo texto rebosando ternura y nostalgia
ResponderEliminarMe gusta mucho como escribes
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Un abrazo,Beatriz
Esos paraísos que parecen no volver...
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