Saetas,
como flechas de fragua.
Ay!!! tus sonoras palabras
quedaron clavadas en mis latidos.
Y la lluvia estuvo ausente
sobre el cristal rasgado de mis ojos,
porque ya no puede romperse más...
Saetas,
como fechas de fragua
dibujando tatuajes en mis superficies:
color fuego, color muerte...
Y sin embargo la lluvia
estuvo ausente,
sobre el cristal rajado de mis ojos,
porque ya no llueve más en el desierto...
Saetas
como flechas aceradas,
desgarrando viejas raíces,
podando jazmines y madreselvas...
...y no lloré...
porque ya sin savia se han quedado...
¡Saetas!...¡Saetas...!
me han dejado el dolor
y me han negado el llanto.
El desamor, nos rompe en mil pedazos. Suerte que poco a poco nos recomponemos. Genial. Un beso.
ResponderEliminarQue poema más duro Beatriz.
ResponderEliminarSe me ha clavado cada verso.
Espero que no te duela.
Besos.
Un poema de desamor muy doloroso
ResponderEliminarFlechas clavadas sin lluvia que alimente el dolor bajo lágrimas secas
Besos
Beatriz, desvía esas flechas, no las mantengas clavadas.
ResponderEliminarSácalas amiga.
Muchos besos.
Espero Beatriz que tan solo sea un poema y que esas flechas no vayan dirigidas a ti.
ResponderEliminarUn besico y buen domingo
Mucha tristeza tiene que haber para que se agoten las lágrimas, mucho dolor al que se sobrevive con el milagro de la esperanza.
ResponderEliminarUn saludo.
La Rosa del desierto...vive en TI
ResponderEliminaraunque afuera, a veces, sólo se vean cactus...no los toques...vale?
besos.
De alto vuelo este poema.
ResponderEliminarCada vez te superás, eso es grandioso!
"Y sin embargo la lluvia
estuvo ausente,
sobre el cristal rajado de mis ojos,
porque ya no llueve más en el desierto..."
Aplausos para estos versos!!
Besos.