Ayer por la tarde ella me confesó gran parte de su vida. Como siempre fue su costumbre, no utilizó palabras, si tal vez algunas gesticulaciones de color.
Me contó, que hace poquito tiempo había comenzado a cuidar de un bebé hermoso, que la mamá ya no estaba sola y que la abuela ya había partido a mejor vida.
Ayer me contó que por las noches se convierte en espejo. Intrigada, cuando el cielo se tiñó de azul fui a verla y tal cual me había dicho, era un espejo.
Medias, enteritos, calzoncillos, baberos, camisas... nada la habitaba. Estaba tan solitaria como la soga de mi patio.
Hola Beatriz, después de tanto tiempo has regresado y me alegra que así sea...El tema que has abordado se siente cada vez más latente. Se vive una explosión de redes sociales porque las personas intentan de esa forma escapar de la soledad, pero es una manera ficticia de tener un poco de cariño y amistad. Muy buen relato.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Así es, besotes y gracias por pasar por acá !!!!
EliminarTodos estamos muy solos.
ResponderEliminarCada vez más.
Incluso rodeados de gente.
Besos.
Así es Torito, y cuando uno está rodeado de personas y sigue estando sólo es muy doloroso.
EliminarBesos !!
Me encanta la frescura de tu bello blog
ResponderEliminarMe gusta leerte.
ResponderEliminarOjalá regreses más a menudo.
Un abrazo
Hola Laurita !! gracias por tus palabras. Las musas están muy esquivas y si a eso le sumas que he estado sin computadora, se han alejado más todavía. Ahora estoy trabajando en una novela autobiográfica y me lleva mucho tiempo, considerando que si bien no es nada grave, no estoy muy bien de salud. Este sigue siendo como mi hogar, ese lugar cálido al cual en algún momento se regresa. Un abrazo !!
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