Las noticias sobre el índice de costo de vida nos tiene atrapados. Las alzas en los precios de los artículos escolares, justo ahora que comienza el ciclo escolar, es un gran problema para más de un hogar, que se encuentra sin medios económicos. Y para que mencionar el altísimo precio de la carne,la verdura y las frutas en nuestro gran país agrícola ganadero. Todo esto, mezclado con la aparición del mediático "chico Fort", que se lleva unas cuántas horas de radio y televisión para no decir nada importante, solo para distraer o seguir distrayendo.
En éste contexto se deslizan informaciones que son preocupantes. Que sin lugar a duda son un punto débil para todos los argentinos. El reclamo de la presidenta por la soberanía de las Islas Malvinas y su
interés de salvaguardar las riquezas de las mismas (llámese esto literalmente "petróleo"). Y en torno a esas noticias comienzan a circular en menor medida, como a hurtadillas, comentarios en los medios de comunicación, sobre nuestros derechos, los derechos de los Kelpers y la decisión de cuidar nuestro patrimonio, ante el hecho del establecimiento de una plataforma petrolera inglesa en las cercanías de las Islas Malvinas.
Y entre las noticias se filtra como si nada, el hecho de que un submarino nuclear inglés ya se encuentra custodiando la zona.
Todo esto me suena conocido. Desgraciadamente conocido. En medio de un gobierno a pique, de una economía a pique, resurge este tema tan delicado para los argentinos. Y la memoria, que por suerte muchos de nosotros aún tenemos, nos trae aquel discurso de 1982 en la casa rosada con el famoso:" si quieren venir que vengan, les daremos batalla".
Argentina es un país de un extenso territorio, con una amplia gama de culturas coexistentes (autóctonos que aún reclaman su propia tierra, viviendo en reservas indigenas) que sobreviven a la indiferencia de los gobernantes de turno. Gentes que viven reclamando por sus derechos no escuchados y menos reconocidos, en distintas provincias, en distintos parajes de este maravilloso país. Millones de personas que viven de manera indigna, sin salud, sin medios, sin techo. Librando una guerra casi silenciosa contra la más cruel indiferencia y olvido.
Yo prefiero, mil veces, que los esfuerzos de éste o de cualquier otro gobierno, se focalicen en brindar justicia social a todas aquellas personas que sobreviven en la miseria. Que se brinde una educación de excelencia, para alimentar no tan sólo los cuerpos sino las mentes de nuestros niños y jóvenes, que así, no serán manejados tan facilmente.
Las Islas son y serán argentinas, aunque eso no sea legalmente reconocido. Pero este escrito no tiene que ver con la discusión de si son o no argentinas.
Yo prefiero, "resignar" mil veces el posible petróleo de las Islas Malvinas" (que seguramente, de tener acceso a él, sería "regalada" su explotación a alguna multinacional que lo que menos haría es dejar las ganancias en nuestro país).
Los aires de violencia, la presencia de un submarino en la zona, y la fachada de defender los intereses de la patria, me traen malos recuerdo y me asustan.
No quiero petróleo, ni tierras a costa de la vida de una sola persona. Todavía nuestros hijos sobrevivientes de aquella guerra llevan la carga de su sufrimiento. Todavía las familias que han perdido a sus hijos en ella, los lloran.
Por favor, que el gobierno, no ensombrezca más la realidad de los argentinos.
Libremos la más importante de las luchas: la de la igualdad de oportunidades, la de la salud, la del trabajo, la de la educación. Si quieren luchas, miren hacia adentro: "Hay tanto por que luchar"
¡GUERRA Y MUERTE NUNCA MAS!
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