EL PLANETA NOS RUEGA, NOS LLORA, NOS EXIGE QUE LOS ESCUCHEMOS, POR ÉL Y POR NUESTRA PROPIA SUPERVIVENCIA.
Las imágenes de los noticieros se repiten una y otra vez, mostrando el hambre, la guerra, los exterminios económicos y con ellos el terrible sufrimiento del ser humano sobre este hermoso y castigado planeta, que bien supimos socavar y maltratar.
Ante "desgracias" como las de Haití, nos horrorizamos y nos preguntamos cómo ayudar, cómo mandar leche o arroz o cualquier otro elemento de primera necesidad. Y como suele suceder, los seres humanos sacamos a relucir la solidaridad en casos como éstos y otras tantas veces en forma más anónima, en los horrores del hambre y la pobreza por ejemplo en los pueblos Africanos, donde hay tantos hombres y mujeres voluntarios. Médicos, enferemeras, civiles -absolutamente desconocidos- y dedicados a esta obra de brindar a los que menos o mejor dicho, nada tienen. La tierra se desangra de la mano de la raza humana. Sin embargo en medio de tanto desasociego, basta con mirar un poco las obras de ciertas personas, para darnos cuenta que hay un camino para recorrer. Un sendero que han dejado marcado para que otros podamos transitarlos. ¡Quién pudiera ser tan pequeño y sin embargo tan grande, como estas dos almas!... Trabajadores incansables de telares de humanidad. Laboriosos de los principios más nobles. En medio de una crisis universal de valores, donde todo vale- ya sea en economía, en política o en imperios religiosos o pseudo religiosos - sin importar los costos que otros paguen, ellos desde la huella profunda dejada sobre la tierra, nos señalan los caminos. LA PAZ Y EL AMOR, a pesar de todo y sobre todo. Ellos son mis candidatos. Por ellos voto. Voto, porque podamos tomar aunque sea una milésima parte de la lealtad que ellos tuvieron con sus ideales y ser fieles nosotros a los propios,intentando llevarlos a la practica día a día. Tal vez así, de a uno por vez, construyamos ese mar sobre el que hablaba la Madre Teresa, el cual no sería mar, si le faltara una sola gota. Una gota de amor, una gota de paz, una gota de esperanza. Una gota de error y otra de enmienda. Una gota de reflexión. Una gota de pasión por lo que hacemos. Una gota de vida, de cada una de nuestras vidas. Para que ya no tengamos que firmar pidiendo condonaciones de deudas externas. Para que la tierra no estalle de dolor. Pido disculpas a estas dos Almas, por atreverme a simbolizar sus obras en estas mediocres palabras. Pido disculpas si mi emoción me traiciona y no puedo expresar completamente lo importante y especial que han sido y son. De pequeña, solían contarme un conocido cuento, el de "la cigarra y la Hormiguita" ,y al igual que en ese cuento, es mi deseo que cada uno de nosostros podamos trabajar como las hormigas, paciente y persistentemente en nuestras conciencias para ser mejores seres humanos y así formar un bello entramado de humanidad. Si, ya sé, es casi una utopía. Lo sé. Pero mirar sus obras me hacen pensar que se puede. Que Dios nos bendiga dirigiendo nuestra mirada hacia los verdaderos ejemplos de vida, para que las nubes que cubren el mundo puedan ir disipándose. Humildemente con todo mi amor y respeto, Gracias Mahatma. Gracias Madre Tersa. En mi descreimiento de las instituciones religiosas, fueren las que fueren, Uds. son a quienes admiro y respeto desde lo más profundo de mi corazón.
gotas de lágrimas nos van quedando pocas
ResponderEliminargotas de dolor las hemos consumido
Nos quedan gotas de vergüenza que espacir para los humillados,los desherados,los tangibles en el dolor y el sufrimiento.
Esparzamos nuestra voluntar de amor hacia todos ellos
Digo lo mismo que quise decir en tu entrada anterior: qué lindo ejemplo de humanidad que sos.
ResponderEliminarSe agradecen los elogios, ya sé que son sinceros y no adulaciones, no hace falta aclararlo.
Quizás lo lindo de ser humano es que somos así de complejos, así de contradictorios, cargados de tantas aristas y de tantos colores que a veces ni la propia mente que nos fue dada ni la propia lógica occidental-aristotélica que tantos tenemos alcanza a comprenderlo enteramente. Y por suerte: ¡qué aburrido sería saberlo todo!
Como esa famosa leyenda oriental, del hombre inmortal, tirado en un charco de barro, caminando despacio, sin apuro, donde alguien le pregunta:
-¿Por qué no te apuras?
-Tengo toda la vida
Y sería tan aburrido eso también.
Y sería interesante que nos permitiéramos tan solo pensar que somos capaces de tantas cosas, tan crueles y también tan bellas.
¿Por qué no?
Un beso grandote!
Por cierto, olvidaba mencionarte que tengo un espacio un tanto olvidado dedicado a la historia. Quizás te interese leer algo de lo que hay ahi
ResponderEliminarhttp://www.algomasparalahistoria.blogspot.com
Beso grande!