Danza, querida mía, danza,
que no tienes cerrojos, ni ataduras.
Que no pueden detenerte los fantasmas
y si acaso aparecieran, baila con ellos
Tal vez ellos también tengan miedo
tal vez ellos necesiten de tu amor.
Danza, que si tú no danzas
yo muero en las tinieblas de lo inherte.
Danza, la danza de la alegría y también
la danza de la tristeza.
Danza en puntas de pie o
con tu pesado paso al ritmo de tu latido
en la tierra enriquecida de tu espíritu.
Danza, aunque las lágrimas caigan
aunque duela tanta emoción, tanto placer
tanto espacio sin amor,
tanta inocencia socavada.
Danza alma mía!
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