domingo, 7 de febrero de 2010

HAMBRUNA - ESTOLAS BORDADAS CON ORO


No puedo dejar de ver, no puedo dejar de sentir. Aunque a veces desearía poder hacerlo y ya... no sufrir más y que el pecho no se me oprima de verguenza.
Al comenzar a pensar en la forma en que iba a encarar este post, busqué fotos y las hallé. Entonces pensé en colocar una foto muy dura, la de una madre esqueleto dando de mamar ....nada a su bebé - nada... podía salir de ese colgajo de piel seca- pero no pude. Por dolor, reitero, por verguenza. Por la impresión que le podía producir a quien lo viera. No sé.
Y sentí la necesidad de buscar un equilibrio,(un equilibrio inexistente en la realidad desde ya), en la visión de este drama.
Yo no puedo decir más de lo que esos ojos o esos huesitos dicen. No tengo palabras o tal vez no quiero encontrarlas. Tal vez, porque necesito pensar y sentir que desde este pequeño lugar que ocupo en el mundo,sin poder, sin medios, sólo con sentimientos y voluntades, puedo hacer algo por él y por tantos otros.
Entonces, busco y busco dentro de mi ser la fé. Fé ...no sé bien en qué o quién. Fé, esperanzas.
Vienen a mi mente ese montón de voluntades juntas, algunas de ellas conectadas por estos medios cibernéticos y muchísimas otras que trabajan sin descanso en pos de un cambio. Pienso en la gente de principios y buen corazón y siento, o mejor dicho quiero sentir que el equilibrio es posible. Que no puede ni debe tener mayor preponderancia, el abuso, la extrema violencia económica sobre los hombres con humanidad.
Dentro de la filosofía oriental se dice que el ser humano aprende por evolución o por imposición. Creo que va ganando ésta última. Y me pregunto, ¿qué más hace falta que suceda?...¿cuántas veces deberá haber un terremoto, un tsunami, un volcán en erupción, inundaciones que se llevan vidas y chozas?...
Ah, la fé!!!....Entonces escucho por ahí, que el recorrido por el interior del Vaticano es hermoso! que es invaluable la riqueza en oro y obras de arte que allí se encuentran. Y también escucho, que se sigue pidienzo el aporte de dinero durante las misas; escucho que pastores (o pseudo pastores) se enriquecen a costa de feligreses incautos. Entonces y entonces...Y entonces encolerizo de impotencia, por tanta hipocresía, por tanta ostentación frente a una realidad que nos choca a diario en nuestros rostros y me pregunto, ¿qué somnifero toma el Papa para conciliar el sueño?... qué antiácido potente utilizan cardenales, obispos etc. para que sus, más que dignas comidas, no les perforen el estómago? ... No lo acepto. Definitivamente no lo acepto.
Claro, también se alzan voces en defensa a ultranza de las políticas del vaticano, para resguardar el patrimonio cultural de la Iglesia y promover la divulgación de la doctrina Cristiana. ¿doctrina Cristiana?... Perdón?, dije para mis adentros, si no me enseñaron mal, o si yo mal no recuerdo , Cristo dió ejemplo de humildad y austeridad. Si yo estoy equivocada en eso, que alguien por favor me corrija, no sea cosa que prejuzgue erróneamente a las máximas autoridades representantes de Dios en la tierra. Y entonces me vuelvo a cuestionar, si estos hombres, que son como dije antes, representantes de Dios en la tierra son así, entonces así es Dios también. Opulento, ostentoso, indiferente al sufrimiento de los niños, los hombres, mujeres y ancianos. Porque ¿acaso no estamos hechos a su imagen y semejanza?... y en todo caso estas máximas autoridades no son lo más cercano a Dios? venerados por cientos o miles de personas que se reúnen a escuchar su santa misa en la Ciudad del Vaticano, pero que jamás gastarian un euro en viajar a los paises donde se te despelleja el alma?..
Con esta pesadumbre en mi espíritu, vuelvo a recordar con mi mayor respeto a La Madre Teresa de Calcuta, religiosa cristiana que vivenció en si misma el famoso jin jan. Lo bueno en lo malo y viceversa. Sus mejores mensajes fueron sus obras, concepto que justamente me hace recordar el famoso "por sus obras los reconocereís". Todo lo demás es cartón pintado.


2 comentarios:

  1. Si Cristo reapareciera en la Tierra echaría a latigazos a todos estos mercaderes del Templo.
    Son hipócritas y sólo les interesa conservar su status.

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  2. valioso y valiente testimonio, con mucho para pensar y sacar cada uno sus conclusiones,

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