sábado, 27 de febrero de 2010

LA VIOLENCIA ENGENDRA VIOLENCIA

Los seres humanos hemos hecho estragos durante siglos enteros sobre la naturaleza. Sobre ésta tierra que es nuestro hogar. Estragos que han tenido como uno de los máximos exponentes a las explosiones nucleares experimentales.
Y como era de esperarse, aunque en realidad - como necios que somos - siempre suponemos que nada sucederá, la naturaleza desde ya hace un tiempo largo nos está dando señales de enfermedad. De desequilibrio, de reacciones violentas, que son vividas por nosotros como tragedias. Y que sí lo son, ya que generalmente, las consecuencias de los abusos sobre ella siempre recaen sobre los que nada tienen que ver con los mismos. Recaen sobre los más humildes, sobre los menos responsables.
Desde mi humilde entender, estos son los estertores de un planeta que nos grita que ya no da más. Que debemos reflexionar si o sí, sobre las cosas que seguimos haciendo en ella, en su detrimento. Socavando sus recursos, contaminándola, y otras tantas formas más sofisticadas de tortura ambiental.
De hecho no soy una ambientalista militante, pero sucesos como los de Haití y ahora lo sucedido en Chile, más las consecuencias probables de tsunamis y maremotos en varias costas del mundo, me obligan a reflexionar sobre nuestro accionar y sobre todo el accionar de las grandes potencias económicas que no reparan en estas "pequeñeses".
A nuestros hermanos Chilenos (en realidad no debería nombrar nacionalidad, debería decir terrestres) mi solidaridad y mis deseos de que el mundo entero ponga a su disposición la ayuda necesaria, sin solicitar nada a cambio.
Hoy ya somos los terrícolas las víctimas de estas tragedias. No les sucede a ellos, nos sucede a todos. Tarde o temprano.
Un abrazo simbólico y una invitación a todos a reflexionar sobre el tema...porque este tema es un tema de supervivencia de la raza.
Nunca he estado pendiente,ni mucho menos de las profecías apocalípticas que se han dado a conocer por distintos medios y hace ya muchos años. Pero a este paso, deberé convertirme en creyente de ellas o mantener la fe en que el ser humano puede cambiar.






2 comentarios:

  1. No hemos empeñado en destruir la Naturaleza,o mejor dicho,el capitalismo depredador se ha empeñado en destruir nuestro habitat.

    Y como siempre la destrucción la pagan los pobres,los desheredados.

    Es el liberalismo capitalista quien esquilma lo bienes naturales

    Besos

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  2. Entre tu post y lo que ha dicho Felipe en su comentario no tengo mas que agregar, le han puesto palabras a mi silencio.
    Es que estoy sin palabras, de verdad, estoy conmocionada y me ha hecho bien leerte porque mientras te leía, dice lo que pienso, dice lo que pienso, dice...

    Gracias, no hay naciones posibles en esto, somos todos seres humanos víctimas de quienes no tienen escrúpulos y utilizan al planeta como si sólo estuviera habitado por ellos todopoderosos a los que nunca va a pasarles nada, pobres...

    Su puerta también se terminará cayendo.

    Un abrazo.

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