Pero ella se quedó viviendo dentro mío...
como un ángel guardián...
como el guardaespaldas de mi alma y mi razón.
No la perdí en las tinieblas de todo lo extraviado...
no la perdí...!!!!
Y como si fuera una niña me asombré
al escuchar una voz amiga diciéndome
casi como en susurro de paz:
"¡Mira....mira detrás de ti! ¿puedes distinguirla?...
¡Sí.. es ella!... tan de carne y hueso como tú..
Y siempre ha estado junto a ti,
Atajando los golpes obstinados en perdurar,
absorviendo lo incomprensible (eras tan pequeña)
que ella lo hizo por ti...
¿puedes divisarla?... ¿puedes sentirla?...
ella aún sigue allí...
diciéndote ": ya has crecido, y yo ya he hecho mi parte
gritándote, llorándote su cansancio de luchadora silenciosa.
Mi amiga continuaba enfrentándome al espejo mágico
de recuperar aquello que perdí no por dejarlo,
sino por no soportarlo...
Y continuó diciendo:" Mírale el rostro, está cansada
de hablar por ti, de sufrir por ti, de sangrar por ti..."
Sus palabras y el espejo me dejaron atónita...
yo, que la hice culpable de casi todo.
Que la castigué tan duramente como me fue posible...
vi, por primera vez su lágrima surcando su rostro fiel.
Ella, mi hada madrina, mi protectora, mi guarda espaldas...
transitó por mí los caminos de fuego sin memoria...
transitó la locura para salvar mi mente...
y yo que la castigué tanto!!!...
Tiempos insondables de creerme perdida en los laberintos,
cuando era ella la perdida, aguardando que la encontrara...
Tantos años sintiéndome tan sólo una perdedora profesional,
ella guardó todo...todo...lo lastimado, todo lo sublime también
en una bella caja de pandora.
Ayer la miré a los ojos creo que por primera vez
en muchos lustros...
Y allí estaba, aguardando y al verme un tanto aliviada...
por fin podría darme la dura carga que llevaba en mi nombre...
¡Cuánto le debo!...aprendere a cuidarla ...
- ya está cansada-
Estiró sus alas y me dió la caja de lo perdido,
susurrándome al oído:
Tú no eres una perdedora...pues has llegado hasta mí.
Tu habrás perdido el camino muchas veces...
pero finalmente me has hallado.
:)
ResponderEliminarQue bonito el final.
Me gusta mucho.
Besos.
¡Quién pierde y quién gana no?
ResponderEliminarYo creo que el haber perdido batallas, no nos hace perdedores, sino luchadores.
Hemos dado pelea, ganar o perder es una contingencia y a la larga siempre algo ganamos, entre todo lo que nos va dejando o vamos dejando por allí.
Vos te encontraste con la mejor parte tuya, con una mujer que tenías escondida y que no sospechabas lo valiente que era, de no haber estado metida en ese laberinto de dudas, tal vez ni la hubieras imaginado.
Felicitaciones por haber ganado a esa mujer, por haberle dado vida.
Besos.
Creo que todos tenemos a nuestra hada madrina o nuestro ángel de la guardia para protegernos y ayudarnos en la vida. también nos ayudan a ser mejores hombres y mujeres.
ResponderEliminarBonito relato, excelente relato en todas sus caras y reversos del alma.
Besos!
Wenas!! No creo que seas una perdedora sino una luchadora, el perdedor es el que se rinde en medio de la batalla. A veces en la vida es necesario perder para conocerse a uno mismo, para saber apreciarse y evolucionar.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, me ha transmitido fuerza.
Saludos!!
Cuando no se ha perdido nada no se puede valorar lo que se tiene y cuando las batallas ha sido ganadas todas el triunfo no es total pues queda la sensación de haber tenido un enemigo muy débil. Gran texto.
ResponderEliminarUn saludo.