La Pequeña engalanada de motas y
almendras en el rostro...
Juega con rompecabezas
de cuentas y telares.
La Pequeña de cabellos negros
con ojos de horizonte verde,
y tallada en ébano,
a costas inciertas zarpa.
Pequeña de años transcurridos,
del ébano labrado de oropel
y tizne amarrado al blanco de su alma,
a diario transita partiendo
de playas oriundas,
de playas extrañas.
Zarpa a diario del puerto del quebranto,
Zarpa del puerto del amor,
y arriba al destierro.
Destierro de piezas que no encajan,
ancladas en puertos de entresueños.
La Pequeña que luce cabellos canos
y nubes llorosas en los ojos,
recoge figuras pintadas de lilas y verdes.
Pequeña de cabellos canos,
colmaste tu barquillo
negro de azabache,
con piezas que no encajan.
Zarpa la pequeña una mañana
-pequeña de cabellos canos-
con murales pintados en las palmas,
parte hacia la mar...
parte hacia la eterna acuarela.
Qué juntura de emociones es zarpar a costas inciertas...
ResponderEliminarBello texto, Bea!
Un abrazo
Preciosos versos. Te los aplaudo. Me gustaron.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti.
Parte y se lleva consigo mi emoción.
ResponderEliminar(Va al cóctel ;)
Besos.
A veces en ese partir que parece necesario nos llevamos los recuerdos.
ResponderEliminarEsos jamas quedan, siempre viajan con nosotros!
Bello poema!
Besos y abrazos corazón!
Buen finde!
Muy bello poema , los he leido no todos pero los que leei me han encantado ...Me quedo a seguirte
ResponderEliminarUn Abrazo