lunes, 26 de diciembre de 2011
GRACIAS POR NO HABER SIDO
sábado, 24 de diciembre de 2011
FELICES FIESTAS
Desde éstos páramos sureños, con el sol que calienta el alma, les deseo a todos mis amigos blogueros,- a los que he tenido abandonados, al igual que a mi querida Caja-, les deseo que tengan una hermosa Noche buena y una feliz Navidad. Tal vez para algunos, estas fiestas no sean más que una cuestión de tradición, para mí, en realidad también. Pero es una ocasión bien propicia para acercarme hasta ustedes y decirles que están en mi corazón y que les deseo lo mejor para sus vidas.
viernes, 18 de noviembre de 2011
ENTRE SIGNOS DE INTERROGACION Y PUNTOS SUSPENSIVOS
martes, 15 de noviembre de 2011
UN GRANDE
martes, 8 de noviembre de 2011
CONSTELACIONES
jueves, 3 de noviembre de 2011
LA RAZÓN DE MI AUSENCIA (espero sepan comprenderme)
viernes, 28 de octubre de 2011
NOCTURNO
sábado, 22 de octubre de 2011
LA MUERTE DE UN COLOR
martes, 18 de octubre de 2011
EN SILENCIO
Convertiré el néctar
viernes, 14 de octubre de 2011
VERTIGO
Temblor inesperado
y
en el silencio del instante...
la
cornisa.
Camino suntuoso
en multiples oasis
de
vegetación virgen
de
cascadas espumosas
Y
el ripio trasmuta
en
arenas movedizas
de
inesperada
curva centrífuga
No logro mirar...
Pero aún sin querer
ni poder...
un giro veloz
me arroja
hasta
el ardiente vórtice
de tus pupilas.
jueves, 6 de octubre de 2011
YA NO IMPORTA
lunes, 3 de octubre de 2011
ESPECTRO
viernes, 30 de septiembre de 2011
DECIR GRACIAS A TIEMPO
domingo, 18 de septiembre de 2011
AUSENCIAS
domingo, 11 de septiembre de 2011
ESPEJO
Alejandro tiene la costumbre de mirarse al espejo bien profundamente a los ojos, intentando reconocer la chispa y ese brillo que de niño solía tener; hasta que su barba le grita en la palma de su mano que debería abrir el botiquín y sacar su maquinita de afeitar y proceder con el ritual de casi todas las mañanas. Luego el resto de cabello canoso que aún le queda, le recuerda implacable que debe ocuparse de él. A esa altura, ya sin mirar tan fijamente al espejo. La imagen lo asusta un poco.
De fondo escucha los ruidos de la casa, aquellos de todos los días. Las voces de sus hijos Federico y Sabrina, -preparándose para ir a trabajar- y tal vez, también el ladrido de la perra, la pequeña Chichu, que tanto quiere. Sin embargo, el baño se convierte una vez más, en un gran salón ,cuyo amplio ventanal mira hacia un gran océano. Late en el recinto un mortal vacío, que sólo es roto por la presencia de Alejandro. Una melodía romántica suena desde alguna parte,mientras él gira y gira en el centro mismo del salón.
Como siempre, llegaría a la oficina con una sonrisa en su rostro, un saludo amable, y el corazón aliviado.
Por fin volvía a ser lunes.
jueves, 8 de septiembre de 2011
TIERRA
sábado, 3 de septiembre de 2011
CHOCOLATE
Tironeó con fuerza el envoltorio que lo separaba de la dulzura de ese chocolate. Desprendió una pequeña porción que rápidamente se llevó a la boca.
Su sabor invadió cada rincón, invadiendo con su aire entremezclado, los huecos de aquellos sentimientos acorralados en los espacios más vacíos que podía tener.
Y mientras caminaba las tres cuadras que lo separaban de su casa, el aireado chocolate le ensanchó los pulmones de ansiedades y tal vez esa sensación, que esquivaba con cierta frecuencia: la esperanza.
El pie derecho se elevó para apoyarse sobre el último cordón de vereda que le restaba por subir.
Sacó la llave de la casa, abrió la puerta y al hacerlo escuchó como siempre, a su pequeña perrita que con un ladrido, mezcla de llanto de alegría y emoción al escucharlo llegar, la recibía. Nada más podía escucharse dentro de su casa.
Subió las escaleras, con el sol todavía brillando en sus ojos. Acarició a la pequeña mascota con una sonrisa en su rostro. Colgó su campera, dejó su bolso y se sentó por unos minutos en el cómodo sillón del living.
Dejó caer su estremecida humanidad, de años, de canas, de arrugas amadas, en un mar marrón, en un almohadón dulce y caliente.
Respiró profundamente, soltando involuntariamente un tímido gemido, mientras de sus poros emanaban gotas también marrones.
En el eco del profundo silencio, un susurro brotó al recordar sus labios:" no sabes que soy como ese chocolate aireado, capaz de disolverme en ti, para darte todo, incluso mi aire."
El envoltorio yacía caído al costado del sillón y las insistentes lamidas de su perra sobre su rostro, lo despertó al tiempo que pudo escuchar: "Ya está servida la mesa, querido."
jueves, 1 de septiembre de 2011
DUELO
viernes, 26 de agosto de 2011
UNA CAMISA DE SEDA GRIS
No le importó demasiado el precio, la camisa de seda bien valía la pena, son su tersura y ese color gris perlado que tanto le gustaba. Si bien no le sobraba el dinero, consideró que era una buena compra y decidida entró en la tienda, perdón tienda no, en el local del Shoping de la avenida Santa Fe. Fue directo a una de las vendedoras, que al verla ingresar se aproximó velozmente, seguramente pensando en una comisión que le permitiera llegar a su objetivo.
Sin dar rodeos, Alejandra le señaló la prenda que lucía en el escuálido maniquie que se hallaba en la vidriera. Luego de mirarla de arriba hacia abajo, con esas miradas que parecen puñales, la vendedora le pregunta por su talle.
Trenzándose en una lucha feroz contra la imagen que proyectaba el para nada benévolo espejo, salió del probador con la frente bien alta y con total seguridad le dijo: "me la llevo".
La semana se había hecho demasiado larga o tal vez, demasiado corta.
El departamento olía a escencias que se desprendían de pequeños calderos que yacían sobre unas bonitas mesas que decoraban su living. El fuego tornaba rojizos los sillones y su resplandor concordaba con el de sus ojos.
Asomada al balcón, la ciudad parecía un hormiguero al que le habían echado agua hirviendo. El vapor se desprendía del asfalto y de los edificios sin piedad alguna, pero ella estaba a salvo, bajo los efectos del refrescante aire acondicionado.
El portero sonó insistentemente. Sergio, solo empujó la puerta del departamento que ya se encontraba entornada, llevando en su mano una botella de un cautivante vino espumante. Apoyó delicadamente la botella en la mesita ratona, justo al lado de uno de los calderos , aflojó el nudo de su corbata y arrojó su saco en el sillón tratando de recuperar el aliento.
¿Ale?...¿Aleeee?...- dijo casi murmurando...
Un sensual roce de sus pechos sobre su espalda humedecida, estremeció su cuerpo.El giró impaciente y con suma delicadeza los rozó provocándole un estertor y algún gemido sofocado, mientras el gris de la camisola se iba derritiendo en su importante amplitud, sobre la piel ansiosa de Alejandra.
Por fin la había descubierto, en sus contornos reales, en su textura de valiosas estrías, para hundirse en su boca, para recorrer su cuello con esos labios carnosos y tiernos que ella tanto amaba.
Por un segundo recuperaron su aliento entremezclado, para mirarse a los ojos y reconocerse una vez más.
Junto al saco de Sergio terminó la bella camisa de seda de Alejandra y la botella permaneció sin ser abierta
Como en una danza llegaron hasta el dormitorio, donde ya nada puede describirse pues no había un él y un ella. Sólo una caja sobre la vieja cómoda, con una nota: Feliz boda de platino mi amor!!
FE DE ERRATAS: donde dice "platino" debería decir "plata"...
jajajaja
jueves, 25 de agosto de 2011
UMBRALES (sueños de tres grados bajo cero)
lunes, 22 de agosto de 2011
EL HOMBRE DE LA TAZA
Su sobretodo chorreaba agua, cuando por fin logró refugiarse bajo el toldo de un comercio, que dada la hora ya se encontraba cerrado.
Miró una vez más su reloj y vio que era tardísimo. Demasiado tarde, dijo para sus adentros.
El cielo parecía que no le daría una tregua, que la lluvia sería como el diluvio universal, aunque a esa altura ya no podía distinguir de dónde provenía tanto líquido.
Con el doble de su peso, llegó hasta su casa, dejó en un costado de la entrada el paraguas totalmente destruido. Se sacó el abrigo y lo colgó en el perchero, ése que está justo al lado de la puerta de entrada, ése de madera tallada que había heredado de su padre y que por respeto a él, lo conservaba. Muy pronto el recibidor se convirtió casi en un lago y el perchero comenzó a deformarse por tanta humedad. Decidió tomar un baño caliente. Subió los escalones lentamente mientras se podía escuchar el plaf plaf, que sus zapatos ahogados hacían con cada paso.
Ya repuesto, bajó a la cocina y prendió la mortecina luz, que hacían brillar o algo así, una pava de metal, los azulejos viejos, esos celestes clásicos, y una taza de café - todavía sucia- que yacía sobre la mesa.
Prendió el fuego, puso a calentar agua- el agua, siempre el agua-, mientras se batía un café instantáneo, ya que era la única forma en que lograba beberlo. Mientras su mano hacía girar la cucharita en esa mezcla de café y azúcar, se miró en el pequeño espejo que había en el pasillo. Se quedó atrapado en sus canas, sus arrugas y de pronto fijó su mirada en sus propios ojos, rojizos de tanto llanto. En esos ojos que había estado tratando de evitar hacía tanto tiempo.
Alguien comentó que cuando la policía llegó, ningún rastro quedaba de aquél hombre, sólo las dos tazas de café y una nota que yacía debajo de una de ellas:" Tanta agua ha borrado la marca de tus labios de esta taza que con tanto cuidado dejé intacta desde esa noche en que tu boca la besó, la misma noche en que me condenaste a no olvidarte."
viernes, 19 de agosto de 2011
HUECOS EN MIS RENGLONES
Y si...
di vuelta la página
blanca
impoluta
santificada por ausencias...
Y
fueron pasando cientos de ellas
deseosas de encenderse
en pasiones ocultas
en miradas
capaces de grabarlas como
tatuajes en la piel.
No recuerdo ya
cuántas hojas he dado vuelta
sin lograr dibujar
sobre ninguna
las delicadas líneas
de
mi cuerpo enredado
en ése, que aún desconozco.
Sin sentir
que su mirada
guiase mis manos
en trazos de versos
tan reales como mi anhelo
como el aliento compartido
como
el hueco que aún reina
en los rincones
de las madreselvas de mi alma.
Ya
no se si dar vuelta un página más
para luego
hundirla en el desasosiego
de sábanas frías
convertidas en huecos
en los renglones de la vida.
martes, 16 de agosto de 2011
VENTANA ( no puerta, ventana)
martes, 9 de agosto de 2011
Otoño Carnal
En este otoño carnal
caen
los
gajos
de labios resecos
como rojas lágrimas
disipándose invisibles
sobre cualquier vereda.
En este otoño carnal
el sol perfuma los anhelos
y
sombrea aún más las líneas
de un contorno desdibujado
en sequedades y arrugas silenciadas.
En este otoño carnal
la lluvia revive
pétalos de amor
ya
sepultados entre las
amarillas hojas de mi libro
como las ánimas de un sueño.
En el Aire
¡Calla! Calla el silencio de rojo estrepitoso Calla como calla la estampida en la nube que por marte se pasea Calla a...
-
La Doctora Clarissa Pinkola Estés es una psicoanalista Junguiana internacionalmente reconocida como especialista, poeta, contadora y guardia...
-
¡Calla! Calla el silencio de rojo estrepitoso Calla como calla la estampida en la nube que por marte se pasea Calla a...
-
Cada día, durante más de diez años, Alberto se sentó en su silla, cámara en mano, retratando los distintos cielos que a través de ella, se...