¿Sabes?... me dieron ganas de jugar. Que todas las mujeres - que aún siendo desconocidas entre nosotras - nos unamos y juguemos juntas.
Y te cuento porque digo sólo mujeres, no es que sea sexista, pero entre nosotras existe una conexión especial, un idioma en común, una sensibilidad en común.
Este es un juego que consiste en tejer. ¿vos sabes tejer?...no tengo ni idea... ¿tu mamá sabe tejer? ... tampoco tengo idea...y ¿tus amigas, y tus tías?... Bueno, yo te cuento que apenas hago algo en croché, entonces pensé en que podemos jugar a algo que seguramente nos puede salir mejor. ¿Si jugamos a imaginarnos que cada una de nosotras somos hilos de seda en manos de un gran tejedor?.. Sí ése, el que teje entrelazando corazones y voluntades, sin que nos demos cuenta. Ese que nos teje alas brillantes, destellantes de Luz, que son tan suaves y tan luminosas que a veces no percibimos que allí están. Y cuando uno se siente con un miedo grande, aparece alguna mano extendida o más de una también y ellas son hilo y ala, ambas cosas.
¿Puedes sentirte un hilo de seda destellante?...si, yo se que sí, porque estás entretejida en estas alas de amor que te rodean y de la cual sos parte. Claro, en este caso el modelo, lo elegís vos.
En mi vida, debo reconocer, que sin darme cuenta he tenido muchas alas entretejidas de hilos de seda destellantes y siempre fueron muy bondadosas y me dejaron elegir mi modelo.
Yo sé que pululan por ahí, muchas niñas grandes, mujeres ya, que están deseosas de jugar al juego del hilo de Luz.. ¡ La pucha !... ¡Qué nombre que tenes!...
El sustantivo se convierte en verbo cuando se deja entrelazar,¿ que cosa no?
Algunos pensarán que es un delirio, a mi no me importa. Yo tengo ganas de que juguemos y ya siento que no hay distancias. Que estamos unidas como una cadenita de punto croché.
Si hace frío las alas se convertirán en cobija y te abrigarán y si hace calor las alas se batirán en vuelo, y un aire limpio y puro te rodeará.
Hasta no hace mucho tiempo, yo no sabía jugar a esto, pero mirala, está a tu lado, ella me enseñó...y ahora, no puedo dejar de jugar este juego.
Es tal vez, un atrevimiento de mi parte invitarte a jugar...pero que se le va a hacer... en el fondo soy como una niña que quiere jugar.
¡¡¡Seguro, que ya hay muchos hilos de seda...brillantes, mágicos, amorosos, apuntándose para jugar juntas!!!!
¿Y si invitamos a los varones? seguro que nos vamos a divertir!!! (me arrepentí jajaja)