imagen tomada de la red
Acaso todo no sea mas que un puente
La vieja maga
esgrimiendo su pincel plateado,
visita por las noches mis cabellos...
Con silente benevolencia,
deja su rastro en ellos
de
lumbre de lunas llenas,
y secretos susurrados
por los pastizales al viento,
que picaramente
trae escondido en sus polleras.
La vieja y generosa maga,
esgrime en su mano derecha
el cincel de la experiencia,
tallando surcos en la piel,
mapas de arcilla
para noches sin luna...
Amorosa vieja...
me prestas tu mirada serena...
tu suspiro de resignacion
y
tu maravillosa risa,
al compás de la danza
de la lluvia,
donde ambas somos una
convertidas en pura y fertil tierra.