Como aquél que agoniza,
voy bebiendo
con mi boca
la respiración de tu piel.
Y
te ansío febril
en
un sueño de estrellas
desprendidas de tus dedos
esculpiendo mi cuerpo.
Cómo aquél que agoniza
y busca respirar...
con desesperación
con terror de morir
con terror de vivir...
Así
te ansío,
como un horizonte irreal,
Como el oasis
de los cuerpos
convertidos
en un bello óleo...
Delineados en susurros
bajo
la blanca tela.