
Y
ya no importa
si lloras
si ríes
Si pronuncias palabras inasequibles
o no.
Ya
no importa
porque me tengo yo.
Nada he perdido,
más... he ganado
todo aquello que no has querido.
Aún lo conservo
bien dispuesto,
en mis montañas reverdecidas
en
mis cascadas de agua fresca
en
cada uno de mis senderos
de polvo y tierra
de
trigales y girasoles
en
los latidos aún espectantes
en
mis labios húmedos
que no has logrado
resquebrajar
Por no ser
-no siendo-
gracias.
Porque yo me tengo plena
y
tú ni siquiera lo has vivido.