Un aire acerado atraviesa mi pecho,
como viejas astillas retorciéndose en mí
sangre ya gastada.
Un aire acerado,
un paisaje brillantemente opaco
de soledades prolongadas.
Un aire acerado
y el alma amnésica de caricias
amnésica de susurros..
Hoy no hay más que un aire acerado,
con letras sueltas clavándose en mí
dejándome sin forma, sin sentido
Hoy, no hay más que letras yermas
tan sólo por costumbre
de dormir noches de sol.
Hoy no hay más que
silencio en lugar de trinos
A lo sumo, el silbido de la ventisca...
atrapado en mi garganta.
Hoy, no hay más que letras yermas
tan sólo por costumbre
de dormir noches de sol.
Hoy no hay más que
silencio en lugar de trinos
A lo sumo, el silbido de la ventisca...
atrapado en mi garganta.
Que tristeza por Dios...
ResponderEliminarEl poema es muy bueno y muy triste.
A mí me gustan así.
Mucho.
Para escribir eso hay que sentirlo.
Un abrazo enorme y beso.
Está muy bueno.
ResponderEliminarDuele y así debe ser.
Pero acordate de esto, ese silbido del viento atrapado en tu garganta, un día será canción.
(hermosa la foto, me dan ganas de perderme en ese caminito)
Besos
Un poema conmovedor y desgarrador
ResponderEliminarTe escojo estos versos en los que el alma se colma de vacío
"Hoy no hay más que un aire acerado,
con letras sueltas clavándose en mí
dejándome sin forma, sin sentido
Besos
Versos con el temple del acero, con la fuerza del corazón, preciosos aunque dolorosos.
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso!!!! Tienes mucha calidad en el lenguaje y al crear las imágenes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.