Sólo tenía ocho años cuando conocí la magestuosidad de la cordillera de los Andes. De ahí en más, la magia se desató en mí como un deseo impostergable de fundirme en perfecta comunión con una humanidad distinta, con una sonrisa amable. Con el color cobrizo de los nativos del norte.Cantando maravillosos lenguajes al compas de quenas y de sicus. Danzando en comunión perfecta con el repiqueteo de las cajas abrigadas por telares multicolores.
Ahí supe, que había nacido en el lugar equivocado,intentando viajar siempre al vientre de mi madre-hogar tierra.
La noche acariciaba el alma con su luna sonriente, una briza danzante , mientras luciérnagas de constelaciones adornaban mi pelo.
Allí estaba yo, con mis pies descalzos, sintiendo el fresco del mosaico en esa hermosa noche de verano, refrescando mi boca, refrescando mi propio reino dantesco.
La noche acariciaba mi rostro con la suave brisa que entraba por la ventanilla. Y pequeñas luces intermitentes que transitaban el cielo, penetraron mis pupilas y se estrellaron en mí transportandome a...
espacios recorridos en segundos... lugares habitados por rocas como yo, por árboles como yo, por arroyos como yo.
Y de pronto un ronronear de motores solitarios ciruclando carreteras,me van llevando con el tiempo a cuestas. Mágico presente en movimiento percibido, mezcla de pasado y de futuro.
Destino incierto, de cielos despejados, de brumas texturadas, de arcillas maleables, dulces y dispuestas. De salinas vicerales, de montes seductores.
O tal vez el destino,me trasladara hacia yermos erectos de grandeza divina, de sabiduría perenne, susurrándome al oído " siente mi abrazo, somos uno sólo".
Yermos erguidos magestuosos, susurrándome al oído:" partícula de mi ser, te he estado aguardando, para incorporarte en el intersticio de mis movimientos".
Mis pies, todavía podían percibir la frescura de las baldosas, sin embargo se encontraban abrazados de espuma y yodo, de sal y marea. Y mientras una cobija de arena pretendía cantarles una canción de cuna, ellos chapoteaban desobedientes en los lagos de mis sueños.
Sueños transitados sin tiempos,con bolsillos llenos o vacíos o simplemente con baúles rebosantes de recuerdos, convertidos en dejavau de pequeños y mágicos pueblos aguardando mi llegada.
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Que bonito.
ResponderEliminarQue envidia.
Y que hermoso lo has escrito.
Besos.
gracias, de vez en cuando, salgo del nicho jaja
ResponderEliminarParece mentira que un viaje, unas vivencias se puedan contar de manera tan hermosa.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué hermoso relato de lo que despierta un lugar, es como encontrar tu lugar en el mundo no?
ResponderEliminarEn mi blog justo estaba esperando me cuenten viajes del tipo que sea, viajes reales o imaginario. Me gustaría si tenés tiempo, me lo cuentes un poco mas resumido para poder leerlo el sábado.
Besos.
He tenido dos veces el placer de estar en los Andes y ha sido maravilloso. Sus paisajes son realmente maravillosos.
ResponderEliminarUn gran abrazo para ti.